4 consejos de mantenimiento para tu caldera de gasoil
No te dejes engañar por el precio del gasóleo para la calefacción a domicilio en Valencia, las calderas que utilizan este combustible para funcionar son de las más rentables del mercado. Sin embargo, es necesario no perder de vista la importancia de algunas tareas de mantenimiento para que funcione de forma óptima y prolongar así su vida útil. Hay que tener en cuenta que el gasoil contiene impurezas que se van depositando en los diferentes elementos de la caldera, como los filtros, la bomba, los latiguillos, la boquilla, etc. La limpieza de estas piezas es fundamental para que la caldera siga rindiendo como el primer día.
La periodicidad con la que se deben limpiar los elementos en los que se acumulan las impurezas del gasóleo será anual. Esta suciedad puede llegar a saturar alguna de las partes de la caldera y provocar, un mal funcionamiento por su parte. Además, contratar un servicio profesional de mantenimiento evita que la caldera pueda sufrir averías durante los meses de invierno que, por otra parte, es cuando más falta nos hace.
Si no sueles llevar a cabo un mantenimiento anual de la caldera, es importante estar alerta a la más mínima señal de que algo no va bien. Si baja su rendimiento y gasta más gasoil del habitual es el momento de someterla a un chequeo. En cualquier caso desde SEL, Suministros Energéticos del Levante, queremos ofrecerte otros consejos de interés para conservar tu caldera en el mejor estado posible.
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Trata de evitar que el depósito se quede al mínimo. Cuando esto ocurre es uno de los momentos en los que más impurezas se acumulan en las diferentes piezas de la caldera. La suciedad puede colarse en el quemador y obstruir el sistema. Siempre podemos llenarlo antes de que llegue al mínimo de su capacidad.
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Al llenar el depósito es buena idea apagar la caldera durante, al menos, una hora. De este modo, las impurezas volverán a caer en el fondo de la caldera.
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Cuando de la caldera sale humo negro o humo blanco, estamos ante un problema con la mezcla. Habrá que regular la entrada de combustible o corregir el aire.
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La presión normal cuando la caldera no está funcionando se sitúa en 1,5 bar. En funcionamiento es normal que la presión suba, pero al enfriarse deberá volver a situarse en el 1,5.